La pobreza afecta en general al absentismo escolar con el hecho
que conlleva al fracaso escolar del alumno afectado, la desventaja económica y
social se une el no poder comprar productos higiénicos femeninos, hacen que las
alumnas falten a clase los días menstruales, haciendo de ello cada día un tabú más
grande.
Esta situación social y económica se añade la poca
información que suelen tener sobre salud menstrual las alumnas y casi sin
conocimientos a los alumnos, debido que en su familia no se habla del tema
hasta que llegue, en algunas etnias esta prohibido hablar de todo lo relacionado
con ello.
En los centros educativos no ofrecen productos higiénicos, solamente
los tenemos las docentes o personal femenino por si lo necesita alguna alumna,
por supuesto pagado por nosotras.
Últimamente hay mucho debate, en que participan activamente
los hombres, sobre las ultimas noticias sobre la baja por reglas dolorosas, en
que muchas mujeres normalizan ese dolor y la opinión masculina de que no es
para dejar de trabajar. Yo personalmente nunca he tenido un dolor menstrual, pero
eso no me impide imaginar el dolor que supone trabajar con un dolor en los
ovarios sumado a los síntomas normales que ya tienen habitualmente, NO
NORMALIZAR ESE DOLOR, no es común.
Era imprescindible pero mucho antes de que sucedió la bajada
de precio de las mascarillas, ya que era una protección contra una pandemia,
mucha gente se ha infectado en plenas olas, por no tener mascarillas de recambio
y usaban la misma durante varios días. Pero también es imprescindible que los
productos higiénicos femeninos sean productos básicos con el IVA reducido y que
la tasa rosa desaparezca , es decir que
el mismo producto se venda al mismo precio para hombre que para mujer, incluso en
la apariencia no hay distinción de género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario